En
numerosas ocasiones se ofrece o se regala una moneda de plata, no tratándose en
ningún caso de una retribución, sino de un amuleto. Además de las monedas y
otros objetos de plata, los huevos y la leche, igualmente blancos son a menudo
ofrecidos para desear una vida más feliz
Uniendo
el color blanco de plata con el numero cinco, encontramos por todo Marruecos
diversas joyas protectoras como son la khemissa, la luha y el foulet khamsa
Novia típica de Salé. Finales siglo XIX
LA LUHA
Como
ya comentamos en la anterior entrada, las manos asimétricas pueden tener el
pulgar tanto a la izquierda como a la derecha. Los dedos se separan a una
determinada altura, pero en la mayoría de los casos no llegan a separarse
totalmente, solo están insinuados por unos festones de contorno, sin ninguna línea
Se
trata de placas de forma rectangular cuya parte superior va normalmente
recortada en forma de arco
Se
puede decir que en la luha se conserva la quintaesencia de la mano
Al ser una evolución de las
khemissas, se tiende a agruparlas con ellas y con los foulet khamsa como joyas
protectoras
Algunas llevan un pequeño
colgante en forma de mano
Otras conservan una
insinuación de los dedos a modo de festón en la base
En
otras ocasiones, la decoración consiste en cinco colgantes individuales que
recuerdan a los dedos
Actualmente
estas piezas son muy escasas y difíciles de encontrar, la mayoría han ido
evolucionando hacia formas más elaboradas, con calados que hacen que se asemejen
a ventanas
Desde Longcourt Colliers
pretendemos dar a conocer estas piezas a través de nuestros modelos. Si bien no
son tan típicas y representativas de Marruecos, no por ello son menos bonitas y
originales
Para consultas o
encargos podéis escribir a:
longcourtcolliers@gmail.com